Fuimos a cenar después de haber estado en el spa Aquum porque nos entraban dos menús en los pases que compramos.
El local era muy bonito, acogedor y espacioso. El servicio excelente, tanto por la simpatía del hombre que nos atendió y lo atento que fue durante toda la cena por si nos faltaba algo. De postre, tenía dudas y me recomendó el cremoso de queso y limón. Me dijo que si no me gustaba, se lo comentase y me cambiarían el postre, pero vaya, no hizo falta porque estaba espectacular.
En cuánto a la comida, los platos que pedimos también estaban muy ricos, en especial la espuma de queso Idiazabal con Cherrys y Pesto.
Una buena reforma que ha aumentado de caché el restaurante. Tapas, ensaladas y platos deliciosos a un precio competitivo. Pedimos una tabla de quesos con quesos muy bien elegidos, unas bravas con una salsa buena, y calamares a la andaluza deliciosos, se notaba el pescado fresco. Meloso de ternera bueno aunque poca cantidad pero acorde a los 12€ que costaba. El único PERO es que soy intolerante a la lactosa, fructosa y sorbitol y pedí por favor que a la ensalada de tomate le cambiaran la mozzarella por queso de cabra y me dijeron que no. Pero es un sitio para repetir.
Todo muy bien.
Yo puedo opinar sobre el menú de entre semana... Que está a mi parecer...
Bien de cantidad.
Precio muy razonable.
Comida rica.
También puedo decir que los camareros están muy pendientes de los comensales.
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