El lugar es de esos que si lo ves desde fuera, no paras, a no ser que alguien te lo recomiende o huelas desde fuera ese aroma. La comanda a veces se retasa un poco, pero hay que entender que el propietario haces las veces de mesero, cocinero, etc, por lo que no me parece algo negativo, cuándo está el que creo que es su hijo y su nuera todo fluye mejor evidentemente. Quitando ese detalle la atención es muy buena. Sólo opinaré de lo que he comido.....el supli es del montón, pero las pizzas son muy buenas, la masa, diría que es excelente, de lo mejor que he probado, las sirve en una especie de pequeña chapa de madera con un papel superior imitando a periódico, muy gracioso ( lo había visto en IRLANDA tb). Los cubiertos van enfundados en una servilleta (para un lugar así me parece todo un detalle) y si te sobra PIZZA, que es lo normal por su gran dimensión te la da en una caja típica. Las dos cosas que hay que mejorar y reconozco que soy muy detallista son.....en el baño de hombres no puedes entrar y no encontrar jabón con el que lavarte las manos (son varias veces ya) y no comprendo que vayas a un italiano y no tengan Amaretto Disaronno, para mi es imcomprensible, me gusta tomarlo después de pasta o pizza, es como ir a un guachinche y que no tengan cerveza. Resumiendo......Local sobrio, buena comida, buena atención, pequeños grandes detalles... varias cosas que mejorar. Recomiendo visitar.....volveremos.

De las mejores pizzas que me he comido, la masa crujiente y muy sabrosa