Un sitio divertido y distinto para ir en familia. Hay mucha variedad de platos, tanto fríos como calientes y a los niños les encanta.
Por ser un poco crítica, si vas según abren a veces no hay mucha variedad ya que los van haciendo poco a poco y la variedad llega a la cinta al ritmo del cocinero, si vas muy tarde igual, pero porque mucho ya se ha comido y no cocinan mucho más entiendo que para evitar excedentes.
En una ocasión anterior y en esta última visita se nos ha caído alguna bebida en la mesa y en ambas tuvimos que pedir varias veces que lo limpiaran ya que les pareció que con usar unas servilletas de papel ya se solucionaba. Ese punto creo que es mejorable, sobre todo porque me ha ocurrido más de una vez (que le vamos a hacer, soy una pastosa). Por lo demás es un clásico al que seguiremos yendo, los camareros son muy majos y de precio está muy bien para todo lo que se come.
Restaurante situado en Las Rozas. Nivel de limpieza aceptable. El trato del servicio un poco bruto pero aceptable y educado. Respecto a la comida, hay algunos platos que no me ham gustado, que no significa qué estén malos. En regla general es aceptable. Me ha gustado el sistema de rotación de los platos pues si bien al principio te agovia un poco después se hace divertido. Lo recomiendo sobre todo con niños. Por cierto de precio aceptable.
El sitio no es muy bonito, pero se come rico y la atención es buena. En fin de semana quizá no salga tan económico. El sushi es de tamaño pequeño, lo que te permite probar varios sin hincharte a arroz, los platos calientes son variados aunque dependiendo de la hora a la que llegues puede que eches en falta platos. Puedes pedir platos concretos y te los traen a la mesa. Se columpian bastante con el precio del agua, 4€ una botella…
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