JOSÉ EDUARDO ABREU COLLANTES
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Hacía mucho tiempo que no regresaba a este lugar. Pienso que tal vez está bajo una nueva dirección al cargo del mismo. El servicio y el excelente. Los platos muy sabrosos, me han sorprendido gratamente. Volveré sin lugar a dudas, y si te todo a probar muchos otros platos de la carta con los que me he quedado con ganas de degustar. El ambiente era tranquilo, pocas personas, me gustaría repetir con el restaurante un poco más ambientado. Lo recomiendo al cien por cien. Todo muy agradable.
Es la primera vez que iba y ha sido un acierto. No fue nuestra primera opción, pero al verlo, a las dos nos habían hablado bien del sitio y nos decidimos.
Nos decidimos a pedir tapas, para así poder probar varias cosas.
Empezamos con los crujientes de langostinos con salsa de queso cheddar. Lo recomiendo! La salsa sencillamente espectacular!!!
Luego pasamos a una ensaladilla de marisco. Mi amiga que es una gran aficionada a este plato, no paraba de alabarla. Yo no la probé.
Continuamos con el rulo de queso de cabra sobre cama de cebolla caramelizada con miel de caña y frutos secos. El queso estaba muy bueno. La cebolla caramelizada era de bote y muy escasa. Los frutos secos eran media nuez colocada arriba. El sabor del plato, en general, muy bueno; la presentación también muy buena, pero noté en falta que la cebolla caramelizada fuera casera y llevase algo más de cantidad para poder disfrutarla, así como algo más de variedad de frutos secos.
Hasta ahora el servicio iba bien. El personal amable y atento y los platos iban llegando a buen ritmo, lo justo para no parar de comer ni ver cómo se te amontonan los platos.
Por último pedimos una tapa de carrilleras en vino tinto (lo único de lo que no pongo foto).
Aquí empezó a fallar el servicio. Al cabo de unos 10 minutos descubren que nos falta la tapa de carrilleras. Van a reclamarla a cocina y, al parecer lo habían puesto en otra mesa.
Cuando vemos venir al camarero con 2 platos de carrilleras... Y nos sorprende ver cómo le pone 1 de ellos a la mesa de al lado, que llegó 20 minutos después de nosotros, y el otro plato se lo lleva para otra mesa. Me levanto y vuelvo a reclamar, porque el camarero daba vueltas con el plato en la mano y terminó llevándolo de vuelta a la cocina.
Justo cuando nos lo sirven, tras más de 20 minutos después de haber sido servido el último plato, llega mi hijo y se pide un solomillo al Pedro Ximénez.
La carrillera estaba buena aunque un poco escasa de cantidad.
El solomillo no lo llegué a probar, pero sí mojé una patata en la salsa para ver cómo estaba. La verdad es que la presentación era muy buena y el sabor y textura de la salsa muy buena.
Quitando el problema con la tapa de carrilleras, la experiencia fue muy buena.
Pienso repetir porque creo que todo el mundo puede tener un fallo en algún momento y, en general, salimos encantadas con la comida
Durante todo el servicio hemos estado bien atendidos y la comida no ha tardado poquísimo en servirse. Por primera vez he probado el Tataki de atún y, lo recomiendo 100%. Como postre pedimos Culan; y para dos personas va que tira, está riquísimo.
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