Llegué a Ecolmado, como se llega a los lugares especiales, por casualidad. Todo un lujo para León. En un lugar privilegiado, justo al lado de San Isidoro, una de nuestras joyas, un local pequeño, con mucho encanto y decoración y limpieza cuidadas hasta el mínimo detalle. La atención, de primera. El café, excelente, y el pan con tomate, como el de siempre, los productos marcan la diferencia. Como catalana, nada que envidiar al pa amb tomaca. Aunque solo sea por eso y por ser un lugar que, en muchos sentidos, marca la diferencia, merece visitarse al pasar por León.
Alucinante, es realmente mágico y le doy mi enhorabuena al dueño por haber creado un espacio tan acogedor y confortable.
Vaya rincón tiene allí León, en una callejuela que parece que no va a haber nada te encuentras este sitio tan encantador de comida casera y de verdad además, con un café exquisito. También puedes comprar frutas y verduras, aceite, frutos secos e incluso café en grano de muchas variedades. Lo que muestro es una tarta de manzana recién hecha. Pasé a tomar un café nada más, pero cuando lo vi tuve que coger, y no me extraña. La mejor tarta de manzana que he probado hasta ahora. También tienen empanadas con muy buena pinta. Deseando volver a León.
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