Por casualidad descubrimos este bar pequeño cerca de la catedral, nos gustó mucho y ya hemos ido dos veces más.
Porque nos gusto porque el pincho está muy bueno y porque el camarero es muy profesional, encantador y muy amable.
Espero que todo te vaya bien por León y que no notes mucho el cambio de Madrid a León, seguro que no tienes problema, eres un gran hostelero.
Un lugar genial, tranquilo al lado de la catedral. El café delicioso y las tapas variadas. Aunque esté al lado de la catedral los precios no son para nada comparables con los atracos de otros locales.
Las dos camareras majísimas y atentas en todos sin duda un lugar para volver a menudo.
Si no es la mejor tortilla de León, poco le falta. Justo al lado de la catedral, pero lejos de su bullicio, una terraza en la que poder disfrutar, un interior perfectamente cuidado, y una atención esmerada. También merece mencionarse la atención de la mujer que lleva el local, un encanto que te hace el rato que pasas ahí mucho más agradable.
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