Begotxu Martínez Fuertes
+5
Local muy acogedor regentado por unas chicas muy agradables. La chimenea que caldea el bar en los días de invierno se agradece especialmente y favorece la conversación tranquila mientras contemplas la lumbre. El bar es muy luminoso, con esos amplios ventanales con jarrones de flores (era la antigua escuela del pueblo) en cuyo aparador encontrarás juegos de mesa.
Amplia variedad de productos elaborados por ellas mismas.
Tambien veganos, sin lactosa o sin gluten.
Un jardín con mesas para el verano completa este acogedor sitio ubicado a los pies de la sierra de Cantabria y sus infinitas posibilidades para montañismo, btt o el paseo por sus mágicos hayedos.
Un lugar estupendo en el que reponer fuerzas después de un paseo por el monte. La terraza que tiene es muy agradable. El local pequeño pero muy acogedor. Buen trato y raciones donde elegir. El pan de queso está súper rico. 100% recomendable
Siempre es un placer parar en este acogedor bar y pedir unas riquísimas patatas bravas aprovechando las mejores vistas desde su terraza exterior. Estupenda atención de sus propietarias y buen ambiente.
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