Nos hospedamos en este hotel y aprovechamos para cenar aquí, sobre todo porque en esta época hay pocas opciones para hacerlo en esta zona.
Pareciera recomendable reservar. El restaurante se fue llenando.
Con buen clima, la vista debe ser preciosa.
La comida estuvo bien. Sin sorpresas negativas o positivas. Pedimos el pulpo a la brasa y la ensalada de queso de cabra.
Atención correcta.
Relación precio valor ajustada.
El restaurente de este hotel ofrece unos platos de bastante calidad y una elaboración muy bien hecha. El lugar es encantador, ya que en la terraza puedes ver la ciudad desde las alturas. La atención correcta y la presentación de los platos bastante buena.
Uno de los pocos locales de Lugo, donde se puede disfrutar de las vistas. Tiene un ambiente maravilloso, tanto en verano, como en invierno con todas las decoraciones de Navidad (que lo convierte en un sitio muy mágico).
Los precios por supuesto que son algo más elevados, pero para tomar algo no hay mucha diferencia (un descafeinado de sobre 2€).
Lo único que se podría mejorar sería el trato de los camareros. Seguramente estarán cansados y esto se entiende, pero nos coincide casi siempre de ser atendidos de forma muy desinteresada, fría y rápida.
Pero bueno, con el bonito que está el sitio, se te olvida y de que forma te atendieron, mientras tienes un maravilloso ambiente, con visitas justo en el centro de Lugo 🤗
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