Excelente lugar para disfrutar de verdaderos platos locales. Todo exquisito y la atención de Manolo y Carmen: lo mejor que van a encontrar, super atentos y amables. Los precios buenisimos y la variedad del menú muy buena también!
Restaurante - bar de toda la vida ( desde 1975) con gran calidad en la comida. El trato excelente. Muy serviciales y atentos. Con la bebida te ponen unas tapas de cortesía .Todas las raciones están muy ricas y son grandes. Se pueden pedir medias raciones. Las bravas no tienen corte cuadrado y pierden un poquito de interés por esto pero están ricas. Los chopitos, la oreja a la plancha, el matrimonio... Todo estupendo. El bienmesabe no tiene el mejor rebozado pero se deja comer. Le ensalada de ventresca con tomate también destaca. Los postres de 10. Caseros 100%. Las tartas de queso destacan al igual que el flan. La cerveza la sirven en jarritas heladas y se agradece. Además nos invitaron a unas trufas y unos chupitos.Tienen terraza exterior delimitada por setos que la hace muy agradable. El interior tiene el mismo aspecto de cuando se inauguró, sin pretensiones. Típico bar de la época. Ahora sería vintage.
Muy buena la comida,tradicional y rica. La atención muy agradable. Tuvieron el detalle de regalar unas trufas dulces al acabar de cenar. Relación calidad precio estupenda.
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