Decir que la comida como experiencia culinaria es magnífica. La carta de compone de 17 platos que puedes compartir sin problema o por un pequeño suplemento hacer las piezas como las zamburiñas pares. Los cócteles fabulosos. El personal muy simpático, agradable y profesional. El inconveniente es la larga cola que hay que hacer para poder comer. Llegando a las 13.30h Hemos entrado al restaurante a las 16.10. Para mí gusto un tiempo excesivo, no sabes si comes o Meriendas. Si tienes tiempo y paciencia lo recomendaría para probar. Pero desde luego con esa espera no volvería.
Repito este lugar una y otra vez, nunca decepciona.
En términos de servicio, calidad y ambiente pocos lugares para tomar una copa y tener un entrante.
La relación precio valor esta garantizada un clásico moderno.
Las Ostras son espectaculares tienen el tamaño ideal. No son baratas la verdad pero el ambiente es muy bueno. Tomamos croquetas de merluza y nos sorprendió la textura tan melosa que tenían. La empanada de boletus es una delicia. Es un sitio para darse un capricho pero si se puede de vez en cuando merece la pena...
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