Un lugar íntimo y tranquilo.
La comida brutal, el margret de pato con patatas laminadas buenísimo, el foie caliente ni os cuento. Las zamburiñas ricas pero sin sabor a mantequilla habría sido mejor. El pescado muy rico.
El servicio excepcional, la camarera muy agradable y servicial.
Poca luz pero da un ambiente diferente.
No dudo en volver.
Clásico restaurante para los de cena tardía!!!, cierran a las 02:00 AM. Los mejillones y las pastas muy ricas, el magret de pato son indispensables y a buen precio con un servicio bueno y muy agradable.
Un sitio excepcional, un ambiente tranquilo y acogedor, nos atendió esther una camarera de 10 fui con pareja y al tener dudas con respecto a los platos nos explico todo y nos hizo unas recomendaciones buenísimas de cosas que nunca habíamos probado como los escargots ( caracoles ) y estaban muy buenos al igual que el vino y la carne, Magret de pato; pura mantequilla, y se ve que es sitio mítico de madrid y se lo recomiendo al cualquiera que vaya a la capital
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