Mesón pequeño pero muy acogedor, el dueño y demás camareros muy amables y simpáticos. El mesón suele estar muy concurrido por lo que si vas prepárate para estar codo con codo con mucha más gente. Yo personalmente nunca me he quedado a comer, porque prefiero el super pincho de tortilla de patatas o un montado.
La tortilla, para mi gusto ideal gorda muy gorda y poco cuajada, con un poquito de pan y una caña... El paraíso terrenal 🤣🤣
Pequeño rincón escondido de Madrid
Local: 4/5
Servicio: 5/5
Comida: 4/5
Precio: 5/5
Total: 4'5/5
Local: pequeño y acogedor. Esta ubicado como en una especie de sótano. El único problema que tiene es que falta iluminación.
Servicio: muy bueno, los camareros son muy simpáticos y, de vez en cuando, tienen detalles con los clientes.
Comida: la comida en sí está rica. No esperéis una cocina de vanguardia sino una cocina normal. El único defecto es que, en ocasiones, en pollo lo dejan poco hecho.
Precio: la relación calidad precio es impresionante.
De los poco bares de la zona que te ponen una tapa decente con la cerveza o copa de vino. Carta variada, desde sartenes, bocadillos , raciones y hamburguesas de ternera o buey con diferentes combinaciones hasta menus clasicos con varios platos a elegir. Precios competitivos y trato familiar.
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