De Raíces del Mundo no se puede decir que sea exactamente un restaurante, no sabría como calificarlo exactamente pero es algo más especial. Destaca el ambiente de respeto, intimidad y espontaneidad que se ha creado en este local tan pequeño. ¿Por qué?, porque como fue nuestro caso pudimos cenar (excelentemente) en la más absoluta intimidad, y esto no estuvo reñido con que en otras mesas hubiera gente tomando copas o que puediéramos disfrutar de un tango que unos clientes decidieron bailar de forma espontánea. Además, es poco corriente dar con camareros tan simpáticos, que aunque no se les veía muy profesionales, lo suplían con creces con su esfuerzo y entusiasmo. En definitiva, más que una cena fue toda una experiencia y una sorpresa
De esos lugares que están justo alado de mi casa y que nunca había entrado, en esta ocasión entramos buscando donde tomar unos mojitos que por cierto estaban buenísimos.
Pero quedo pendiente el volver a comer ya que tiene una carta muy variada ya que esta inspirada en varios países del mundo donde fusionan cocinas. Tiene un ambiente bastante peculiar pero acogedor donde nos atendió una señora muy simpática y amable.
Es un sitio especial! sobre todo por su filosofía que han plasmado estupendamente. La pareja que lo lleva son encantadores, la comida riquísima, la decoración una maravilla. Uno de los sitios más agradables y en los que mejor me he sentido de todo Madrid.
Supongo que si uno va con cupones y ofertas o no se qué otro tipo de cosas viene de por sí con un espíritu que no cuadra con el de este lugar.
Yo apoyo y apuesto por estos lugares. Gracias!
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