Fuimos a comer entre semana y esta bien, había bastante gente. Tardaron en traer la comida y más tiempo, casi 30 min en traer el segundo plato, pero a lo mejor iban mal de personal. Comida bien, elegimos el menú, gazpacho y dorada, buen pero no muy bien. Calidad precio un poco regular pero la localización es muy buena y dentro es bonito.
La zona es estupenda, ibamos al palacio y decidimos comer aqui y menudo acierto. Pedimos de beber vimos el menu que era barato con gran eleccion de platos pero queriamos paella.
45 minutos esperando y eso fue buena señal ya que no era congelada.
Pedimos la de marisco, pero no era de marisco, era un arroz con una bolsa de preparado de paella. La de marisco no lleva guisantes ni pimientos. Como no hay mal que por bien valga ese fue el exito del arroz, como el de mi madre, estaba exquisito, casero 100% no dejamos un grano y los dos comimos de maravilla.
Volvere y pedire ese arroz que me hizo estar en mi casa.
Lo demas camareros super atentos y rapidos y un ambiente de maravilla, sin gritos.
Volveremos pronto.
Bonito café preciosamente decorado con aires a los antiguos cafés de principios del siglo pasado. Se encuentra en la plaza de Isabel II (plaza de la Ópera) y cuenta con una agradable terraza.
El trato amable y atento y un rico café (superior a la media) y un rico croissant a la plancha bien preparado sin quemarse. También dan tarttitas (expuestas en una vitrina a la entrada), comidas y cenas, así como distintos tipos de bebidas alcohólicas.
¡Qué gusto estar en mi Madrid después de venir de Viena, cuanta tirantez ahi allí! (no en todos los sitios) ¡Viva el espíritu latino!
4€, allí un café Melange (con leche de aquí) y croissant cuesta 12€
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