Este Vips es uno de los que más he visitado por cercanía y siempre ha sido perfecto, a pesar de siempre haber gente atienden lo más rápido que pueden además de estar atentos por si se necesita algo más.
Todas las veces que he ido el trato del personal ha sido muy amable y dejan caritas felices y un mensaje bonito en los tickets y albaranes que nos dan al pedir la cuenta.
Respecto a la comida, 10/10, nunca he sido mucho de Vips, pero siempre que voy me pregunto que por qué, porque la comida está RIQUÍSIMA, con mayúsculas.
En este caso pedimos croquetas con jamón, quesadillas de cochinita pibil, unos fingers de pollo y una tarta cremosa de queso.
Las croquetas fueron un manjar, muy sabrosas.
Los fingers de queso igual, aunque por el precio imaginé que vendrían más.
Y la tarta...¡sin palabras!, era ENORME en comparación a cómo pensaba que iba a ser. El sabor es el más potente que había probado en una tarta de queso y lo de cremoso lo cumplen con creces, era muy muy cremosa y esponjosa, con mucho sabor a queso, ¡me quedé llenísima!
En general todo muy buen la verdad, quitando lo de los fingers de queso que pensé que sería una ración más grande respecto al precio pero se compensó con la tarta🎂
Ya había estado en este VIPS antes y como siempre, todo perfecto.
Pedimos las tortitas especiales de Navidad (las de red velvet con lotus y las de nocilla) y no podemos recomendarlas más, están BUENÍSIMAS, eso sí, llenan bastante. También pedimos la bebida especial de Navidad de Lotus, está rica, pero si te empalaga mucho el dulce seguramente te canse un poco.
Nos atendió Silvia y fue súper amable y atenta en todo momento, el resto de compañeros también fueron muy agradables. Un servicio excelente.
Restaurante igual que al resto de la misma cadena. Buen ambiente y buena comida. En este local en concreto fui a cenar un lunes a las 8 de la tarde para evitar esperas (relativamente pronto) y el servicio fue bastante lento.
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