El local es precioso y recomiendo reservar ya que es pequeño. Volvería a pedir todo lo que probamos
Fuimos a desayunar a las 10 am un viernes y no había mucha gente, algo que está bien porque el local en sí es más bien pequeño. Tienen ofertas de desayunos y meriendas muy bien de precio, así que por esa parte bien.
Tomamos un combo de café con tostada y un té: el té venía en una tetera que daba para 2 tazas y media, que mantenía bien el calor y tenía un buen sabor bastante intenso, así que otro punto positivo.
La única cuestión a tener en cuenta es que no te traen el pedido a la mesa sino que tienes que ir tú a recogerlo.
En cuanto al ambiente, es un lugar muy bonito bien decorado. Había una gran mesa al lado de una ventana con gente trabajando, pero más a dentro del local no hay nada de luz natural y lo compensan con una luz naranja bastante fuerte que según para quién puede no ser de lo más agradable. Sin embargo, a nosotros no nos molestó aunque definitivamente hubiésemos preferido luz natural (pero no siempre es posible).
Si se da la ocasión, no me importaría volver a ella.
Uno de mis sitios favoritos para tomar algo. La decoración del local es una pasada, súper original, y la carta es sencilla, pero variada.
Mis valores seguros a la hora de la merienda es el café cristal y el crumble de manzana con helado de turrón, está impresionante !!
Totalmente recomendado, una vez que vas, repites seguro… 🥰🥰
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