Recensioni Abya

Situado en el palacio de Saldaña, en el corazón del barrio de Salamanca, han creado este precioso restaurante que ocupa la totalidad de las 4 plantas del palacete. Distribuido en 3 plantas, con diferentes ambientes y reservados. De propiedad mejicana, han conseguido una decoración bonita y original, potenciando artistas actuales mejicanos. Tiene una carta interesante, fusión discreta con toques mejicanos. Personal muy atento y profesional. Muy recomendable. Baños en cada planta, pero en el sótano tiene los más amplios. Muy bonitos, limpios, dorados incluso con una persona encargada de ellos 5/5

Restaurante que ademas de bonito es fantástico en cuanto a su servicio y comida. Como me dicho anteriormente, el restaurante es precioso. El servicio en todo momento, estuvo muy amable implicado en que todo saliese perfectamente. Para empezar, pedimos unas croquetas de jamón. Nos comentaron que la masa de las croquetas era toda la misma y que lo único que cambiaba era el acompañamiento de encima de ellas y aunque la idea era buena, dejaba la sensación de que la croqueta no tenía mucho sabor. También pedimos un Risotto, que estaba realmente delicioso De principal pedimos un solomillo, que además de tierno nos lo dejaron en el punto perfecto. Todo acompañado de unas patatas con trufa deliciosas. Finalizamos la cena con un tiramisú de pistacho, que, aunque a mí no me resultó del todo perfecto, es cierto que mi acompañante le pareció fantástico. Sin embargo, yo me pedí el cenote de chocolate y era una fantasía en el paladar. Cabe destacar los cocteles de autor, son una obra de arte. Simplemente genial y sin lugar a duda volveré

Sitio perfecto para ocasiones especiales. Decoración cuidada y servicio super atento (desde que entras hasta que sales). La comida está exquisita, aunque los platos son pequeños y con un precio medio de 20€/plato. Lo que mas nos gustó fue la ensaladilla japonesa de wagyu y los black cod balls. También pedimos la media hamburguesa de wagyu con patatas con parmesano y trufa (es un acompañamiento que hay que pedir aparte) y las pizzitas de sashimi de atún rojo. Todo para compartir entre dos y una botella de albariño. La cena salió por 144 euros en total. Lo único malo es que mas mesas están demasiado pegadas.

Una de las aperturas más sonadas de 2023 en Madrid. Lo primero que llama la atención al llegar al restaurante es la espectacularidad del entorno. El palacio, la escalinata, y las grandes obras de arte que decoran los salones (con mejor o peor gusto, ahí no entramos a valorar 😅). La propuesta gastronómica de Abya, "conecta la gastronomía del mundo con Latinoamérica", mezclando en la carta cosas tan de aquí y de allá como las croquetas, los tacos, los arroces o los cebiches, por nombrar sólo algunos platos. Entre tanta variedad, nosotros acabamos eligiendo las recomendaciones de un servicio con ganas de agradar (quizás a veces en exceso, con explicaciones muy largas). - Tiradito de atún rojo del mediterráneo, aguachile verde de jalapeño y pipa de calabaza ahumada. Rico, aunque sin causarnos un furor desmedido. - Black cod balls. Especie de buñuelos de bacalao acompañados de una hoja de shiso frita y albaricoque encurtido. Nos entusiasmaron. Imprescindibles si vais. - Media búrger de Wagyu (100 grs), velo Ibérico, queso ahumado y salsa ABYA. MARAVILLOSA. Directa al top de mejores hamburguesas que nos hemos comido en nuestra vida. - Rolls de bogavante, bogavante poché y su tartar con caviar (650 gr Bogavante vivo). Plato con nubes y claros (en el sabor, el precio que cada cual opine). Parte de un productazo que se nota en la cola y en la cabeza pero que se desluce en los rolls que no aportan mucho más allá de la estética. El postre, la "Tarta de nubes y pasión" nos encantó por su potente sabor a fruta de la pasión, pero en nuestra opinión el fuerte sabor de la masa sablé (demasiado tostada) desluce un poco el resultado final. PRECIO: 97,5 € por persona bebiendo agua y siendo más de la mitad de la cuenta el bogavante. A pesar del escepticismo inicial y de los detalles que no nos convencieron, seguramente volveremos más pronto que tarde a seguir probando más platos y repetir esa burger 🤤. Para más reseñas, nos puedes seguir en Instagram en @momento_sibarita

En el corazón del Barrio de Salamanca. Materia Prima exquisita, raciones moderadas, servicio muy amable, ambiente bueno. Decoración acordé menos unas cortinas que no van mucho por poner algún pero...precios altos si sabes que pedir merece la pena. La carta de Vinos es una auténtica locura la diversidad de referencias de todas las D.O....

Fantástica experiencia. Queríamos celebrar nuestro aniversario de forma especial y lo conseguimos. Una cocina excelente, con mezcla de sabores de forma atrevida. Un servicio exquisito. Seguramente volveremos.

El restaurante se ubica en un palacete en la calle Ortega y Gasset en el barrio de Salamanca. Decoración muy ecléctica, mezclando obras de arte con espejos pintados spray. A pesar de la imagen de lugar clásico tiene una oferta gastronómica que combina cocinas de muchos lugares del mundo. El aperitivo de la casa es una sopa fría con jalapeño que está deliciosa. Empezamos con croquetas, las elegantes de oro. Estaban muy cremosas pero tampoco demasiado destacables. Seguimos con ensaladilla japonesa de Wagyu A-5 sopleteado, origen Kagoshima; estaba bastante rica, no esperes una ensaladilla gracia con encurtidos sino mucho más suave para dejarle protagonismo a la carne. Pasamos a los rolls de cebolleta negra y puntilla del atlántico. Lo hemos probado dos veces, la primera vez el arroz estaba demasiado aglutinado, y la segunda había mejorado bastante. El contraste del roll con la puntilla crujiente y la salsa, muy ricos. Pasamos al tiradito de atún rojo del mediterráneo, aguachile verde de jalapeño y pipa de calabaza ahumada, se notaba que estaba preparado con anterioridad. El atún costaba despegarlo y tenia aún frio de nevera. Luego tomamos el cebiche de pescado blanco, leche de tigre de mandarina, yuca y cilantro. Bastante bueno, muy fresco y el toque de mandarina delicioso y muy original. Terminamos con carne: 500 gr Rib-eye Reposado Aberdeen-Angus Escocés. Lo mejor de la comida, la carne hecha en el punto perfecto y con un sabor brutal. Tienen opciones diferentes de acompañar la carne: una hojas de cogollo de lechuga con una especie de mahonesa picante para que puedas hacer una especie de saam. De postre decidimos el Cenote “Xocolact”. Delicioso, mezcla chocolates diferentes, uno de ellos salado y otro picante.

En pleno barrio Salamanca está este palacete con una cocina fusión espectacular. Nosotros pedimos varios platos y en general compartimos.. recomiendo la ensaladilla (diferente y buena), el tiradito, los ceviches y pescados, la burger estaba correcta y de postre el cenote de chocolate estaba brutal lo que si debes tener en cuenta de que es un postre para 4px. El servicio es 10. Además el restaurante tiene un bar que está genial para tomar algo! Esperemos que pronto tengan terraza!!

El restaurante está en un antiguo palacete en pleno Barrio Salamanca, en la calle Ortega y Gasset, junto a la Plaza Marqués de Salamanca. Lo acaban de abrir el pasado 4 de Marzo. El local está decorado con un estilo moderno antiguo. Te recibe un ejercito de camareros un poco perdidos. En la planta baja, por lo que hemos podido ver hay una especie de barra con mesas altas para poder comer algo a cualquier hora del día. Las plantas superiores son restaurante. Un poco cargada la decoración con esos cuadros tan grandes y las mesas muy pegadas. La comida muy bien. Hemos empezado con una crema de calabacín de aperitivo muy fina y con gran sabor. Luego hemos seguido con la ensaladilla de wagyu, es original y diferente pero con un arroz de sushi que se come todo el sabor del plato, la carne no se aprecia pero no está mal probarlo. Una empanada melosa de costilla, muy buena, un sabor muy intenso a carne a la brasa. Quizás el pan de la empanada un poco duro pero merece la pena el plato por su sabor a carne. Rissotto cremoso de trufa y oro, espectacular, el mejor risotto que hemos probado. Hemos terminado con rodaballo salvaje con pil-pil de ajos fritos. Muy buena materia prima y muy buena presentación. Muy bueno. De postre flan de maíz dulce y trufa negra. Diferente, sabroso y bueno. La carta de vinos muy amplia y con precios altos. Hay vinos de distintos países. Muy buena experiencia, no para ir todos los días (100 por persona) y por poner algún pero el ambiente excesivamente formal y serio. A los camareros les falta rodaje. Si tienes que bajar al baño tienes que coger el ascensor. Carlos la persona que te recoge el coche súper simpático y con mucha ganas de agradar.