Buen chiringuito, no solo por la buena comida, sino también por el servicio, que fue muy atento, amable y con mucha simpatía. Nos invitaron a una tapa de aperitivo, un detalle agradable.
Y justo al lado de la playa, sin prisas. La verdad es que me sentí muy cómodo.
Estuvimos el pasado martes día 15 de agosto y mis acompañantes dudaron al verlo más pequeño que los dos restaurantes colindantes... craso error! La paella de marisco y el arroz negro, simplemente espectaculares, nos sirvieron la cerveza como si de un vino bueno se tratase, el trato muy cercano y amable por parte de la encargada, volveremos sin duda.
Aunque es el chiringuito más pequeño de esa zona del paseo marítimo de Marbella tiene un encanto especial. Comes al lado de la arena de la playa y a escasos cinco metros de la orilla.
La comida está muy buena, sobretodo los platos típicos y las frituras: boquerones, puntillitas, cazón.. y por supuesto, los espetos de sardinas. También probamos la ensaladilla, recién hecha y coquinas. Todo ello regado con un vino blanco de Cádiz estupendo.
El trato por el personal en todo momento correcto y atento, siendo rápido con el servicio de bebidas y comida.
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