Miguel Angel Cortés Caselas
+5
Primera vez que como en Marín y he acertado de pleno.
Un lugar con cierto toque, con una buena cocina y un buen servicio.
Las cigalas pequeñas pero muy sabrosas. Las croquetas, un clásico que no siempre está bien valorado, estaban muy sabrosas. El arroz de choco en su punto, no seco ni muy meloso.
El servicio puede parecer lento pero hay que tener en cuenta que los arroces hay que hacerlos.
Esperaba un poco más de la tarta de queso pero estaba aceptable. El helado no le aporta nada.
En resumidas cuentas, un lugar muy recomendable para comer en esta zona.
No hay arroz más rico que el de carabineros. Siempre que vamos pedimos ese. Las croquetas de carabineros también están muy ricas, muy jugosas y un sabor muy potente, y el pastel de cabracho también, llena bastante y está rico. Postres caseros ricos. Además la atención es excepcional, el chico antes de nada te explica lo que tienen fuera de carta ese día y su respectivo precio. También te dice si las raciones que pides las ve correctas en función de los comensales (muy importante, hay gente que pides y pides y les da igual que sobre y pagues). Es un sitio obligatorio al que ir tanto en verano como el resto del año. No cabe duda que todo lo que hacen está de 10.
Antes de comer su delicioso arroz con carabineros y zamburiñas hemos comido un paté de cabracho buenísimo, regado con el albariño embotellado para ellos, muy rico. De postre filloa rellena de manzana y cañitas rellenas de crema.
Los canarer@s muy atentos y simpáticos. Hemos quedado muy satisfechos. Sin duda para recomendar y si visitamos Marin de nuevo, seguro que repetiremos porque hemos visto servir unos pescados con una pinta estupenda.
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