Hacía mucho tiempo que no íbamos al Foster y salimos encantados y con ganas de volver a seguir probando platos.
Los menús infantiles genial, buena cantidad y rico, con su postre y bebida, que nos trajeron un vaso que se podían llevar a casa, además de que se agradece mucho que traigan manteles con pasatiempos y ceras para pintar.
Las patatas con bacon y queso muy muy ricas, así como los fingers de queso y la hamburguesa. Volveremos a probar la pasta y demás cosas ricas que vimos en la carta.
El postre espectacular, pedimos la bomba de chocolate que derriten echando chocolate caliente y estaba brutal.
A destacar también la amabilidad de todos los camareros, siempre muy atentos y profesionales.
Estuvimos muy cómodos , comimos genial y fue una buena experiencia para ir con los peques. Volveremos, muy recomendable!!!!
Siempre me gusta ir al fosters. Intentamos comer siempre los platos nuevos. La pasta deliciosa, la costilla un poco pequeña y el postre muy bueno.
Nos atendieron rápido y sirvieron también sin tardanza. Los niños encantados de la decoración de Halloween y no se cómo será la del baño porque todos salen asustadillos así que habrá que ir a ver 🦇🦇🦇
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