Alvaro Arroyo Fernandez
+5
Sitio tranquilo, limpio y con una atención discreta y correcta. El comedor no es muy grande pero bien atendido. Fuimos después de acudir a otros sitios nefastos y la verdad que nos ha gustado mucho. Comanda:
Entrante: unos calamares fritos muy ricos y jugosos con su rebozado al punto y nada grasiento (Muy recomendables). Primeros : Ensalada de queso de cabra muy jugoso nada fuerte (para nuestro gusto demasiado dulce al usar reducción de módena y una especie de compota de higos con frutos secos y granada) y unas patatas con bacalao y arroz muy ricas.
Segundos: Lenguados en salsa americana con langostinos muy ricos y jugosos y unas carrilleras tiernas y sabrosas.
Postre: tarta de turrón y tarta de zanahoria muy rica también.
El café ha sido una decepción al ser cápsulas (Nespresso) y no de molienda normal. Volveremos.
El salón es muy agradable, cálido, con un hilo musical perfecto para comer. Todo estaba limpísimo, de verdad, sorprendente. El lechazo es simplemente espectacular, muy tierno, con un gran sabor, pedímos dos raciones. Recomiendo el tiramisú, muy muy bueno, brownie normalito. Para las niñas pedimos filete de pollo empanado con patatas, las pusieron dos filetes grandes, estaban muy buenos, de calidad. El servicio es inmejorable, todo a tiempo. Tenemos una peque con alergia a los frutos secos, la frieron todo con aceite nuevo, se veía la diferencia con el filete y patatas del otro plato. Miraron los alergenos del helado, empanado, etc. Muy muy atentos. Para repetir, sin duda.
Comí de menú.
El pan, fuera de serie. Pero fuera de serie. El mas rico que he comido en años.
El conejo rico, pero las patatas ni fú ni fá.
Lo demás bien. El postre bueno.
Gente agradable, sitio limpio y agradable, y trato correcto... A buen precio. ❗❗
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