Un restaurante agradable y de los de toda la vida con una comida ni muy cara ni muy barata pero con buena relación calidad precio y platos bien servidos. Nos han atendido a pesar de ser un grupo numeroso y llegar bastante tarde y el detalle final de traernos sandía fresquita, de postre, sin haberla pedido ha sido muy de agradecer. El camarero muy amable y atento.

Sin duda mi lugar favorito de Melilla para comer, el dueño Miguel Marta es un hombre realmente maravilloso, super agradable, yo siempre voy con mi novio a celebrar cada mes juntos desde hace un año y medio sin faltar, nunca nos falta nada, comida, bebida, buen trato, las cantidades de las tapas son considerablemente grandes, alguna vez no pudimos comernos todo el plato y Le pedimos si podíamos llevarnoslo, nos lo guardaron y nos lo dieron envuelto en papel albal y metido en una bolsa. No solo es que haya una comida que para mi es impresionante, es que el trato es insuperable, no hay otro igual en Melilla, cuando terminamos siempre por cortesía de ellos nos ponen algo de beber para bajar bien la comida y nos acabamos animando a tomar una copa de lo a gusto que se está. Música a un tono en el que no necesitamos pegar voces. Además recientemente han ampliado el local añadiendo otro comedor más, aún no comí en el comedor pero seguro que es maravilloso como el local entero. La única pega seria algún camarero que no tiene buenas formas o que te habla con superioridad cuando debería hablarte con respeto por el simple hecho de que primero eres cliente y segundo Le estás hablando bien. Debo destacar al mejor camarero de ese local que es fausi, disculpame si no lo escribí bien, pero lo importante es que siempre está pendiente de todos los clientes y de que no nos falte de nada, además de la simpatía claro está.