José Andrés Moreno Martos
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El local es bonito, situado en Melilla la Vieja, en un emplazamiento histórico y muy bueno. La comida buena, el solomillo que comí estaba perfecto sin embargo el pulpo a la gallega estaba duro, muy soso y el aceite de oliva sólo se lo habían enseñado. El precio, eso ya son palabras mayores, una jarra de tinto de verano 12€, 2000 de las antiguas pesetas. Pensé: a lo mejor me lo han hecho con un gran reserva pero no, el tinto de verano era de barril normal y corriente. El coulant no era tal, era un bizcocho de chocolate. En fin, como primera experiencia en este local ha tenido un pase, pero lo de volver, va a ser que no.
Estuve hace 3 años ya, fue fantástico las comidas, las presentaciones de los platos, muy bueno todo lo que degustamos, para finalizar los postres increíble, precio pues bueno ni esta mal para la calidad, un local grande que con su nombre ya se hace la idea de lo que puede ser el interior.
Decir una cosa el antiguo encargado cuando estuve ya no esta, así que a día de hoy no se si llevará la misma calidad.
Muy buen sitio para comer o tapear, calidad precio razonable, ambiente muy típico, recomendado
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