Un lugar maravilloso, tanto por el entorno en el que se ubica, en plena naturaleza sin afectar al entorno, como por la calidad de la comida, y sobre todo el servicio, imposible mejorar el trato, de diez. Te explican el origen de los productos utilizados en la elaboración de los platos, muy interesante.
Sin duda una experiencia única que recordarás siempre.
Magnífico y delicioso menú degustación consistente en una primera cata de aceites, entrante, principal y postre. Platos elaborados, deliciosos y generosos. El servicio es amable y atento. La sala es acogedora y la atalaya goza de unas sensacionales vistas sobre el valle del Tastavins. Una experiencia muy recomendable.
![5]( "Recensione")
Lugar muy recomendable: vistas de ensueño, menús logrados a precios interesantes; servicio atento y acogedor, y un especial mimo hacia los productos de cercanía.
Aunque, eso sí, llegar a este lugar tan paradisíaco no fue cosa fácil. Nosotros estuvimos a punto de no lograrlo. Íbamos siguiendo las indicaciones del Maps para llegar aquí cuando, de repente, una gran puerta metálica donde ponía "La Torre del Marqués" nos cierra el paso. Como? Pero si nosotros no buscábamos ningún marqués, nuestro objetivo era La Atalaya de Tastavins! Llamamos por teléfono y nos dicen que ya nos abren la verja. Seguimos adelante y encontramos una segunda verja. Los que estábamos en el coche bromeábamos sobre dónde nos estábamos metiendo y, sobretodo, si luego nos dejarían salir (... tenemos mucha imaginación y hemos visto muchas películas... menuda combinación!). Al final del camino se hizo la luz y encontramos un hotel de 5 estrellas que acoge a este restaurante y de ahí en adelante todo fue un gozo. Tanto que, de hecho, nos dió penilla que finalmente nos dejaran salir... Se estaba tan bien allí.
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