Descubrimos este sitio “huyendo” del bullicio de Gascona. Es como estar allí, pero sin tanto ruido y trasiego de personas.
La comida está muy rica, casera y sin grandes pretensiones. Pedimos mejillones picantes, muy buenos, la berenjena frita y fritos de pixín.
De postre, las fotos, tarta de chocolate blanco, grande y sabrosa, y arroz con leche, con requemado, rico rico.
Buenas raciones y una atención de 10 por ambos camareros. Para repetir.
Muy bien la experiencia en este sitio. Buscábamos algo para disfrutar de una buena sidra en el centro pero, a la vez, estar tranquilos y nos enamoró la terraza de este sitio. Tanto, que nos quedamos a cenar y flipamos con la cena y con sus precios. Atención muy amable y todo muy rico, repetimos sin duda!
Muy recomendable, en el centro pero una ubicación super tranquila. Tienen menú del día muy variado y una carta súper extensa. Está todo riquísimo y los camareros super atentos. Buena relación calidad precio. 😊
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