Das kleine Restaurant in perfekter Lage in Santa Catalina wirkt sehr kreativ und authentisch. Die Karte ist ein Crossover aus traditionell-mallorquinischen und Thailändischen Gerichten.
Preis-Leitung ist super, es gibt aber keine Mittagskarte.
(Traducido por Google)
El pequeño restaurante en una ubicación perfecta en Santa Catalina parece muy creativo y auténtico. El menú es una mezcla de platos tradicionales mallorquines y tailandeses.
La gestión de precios es estupenda, pero no hay menú de almuerzo.
Decidimos probar este sitio por primera vez, situado en frente del mercado de Santa Catalina. Local bonito y fresco, importante ahora en verano. Nos decantamos por su carta mediterránea y pedimos unos boquerones fritos (la ración era más que generosa, estaban sabrosos y muy bien fritos), un plato de sepia con sobrasada y miel (venía sobre una base de patata y la ración era grande también, deliciosa combinación de ingredientes) y por último una ensalada de queso de cabra (riquísima combinación dulce-salado con los higos y el queso). Buen producto. Fuimos dos personas y quedamos más que satisfechos, de hecho nos sobró medio plato y preguntamos si podíamos ponerlo para llevar y muy amablemente nos lo colocaron en una cajita con una bolsa. Para repetir.
Agradable local con un trato muy agradable y una original decoración. La relación calidad precio está bien ajustada. Dispone de una pequeña terraza frente al mercado que atrae a los paseantes. En su carta hay que destacar su ensalada de tomate con mozzarela ahumada y albaca. Buen café y algún licor italiano muy agradable. Entre la decoración del local destacan sus percheros de sillas en miniatura.
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