El restaurante está en un antiguo molino que fue restaurado.
Ya he cenado en diferentes ocasiones y siempre buenísimo. Basado en comida vasca disfrutas de cada bocado.
Por la tarde pasamos una rato divertido con otro padres, mientras los niños juegan en una zona del parque.
El precio es bueno y el servicio muy atento.
Muy buena elección.
Fuimos sin rumbo, paramos al ver que tenia cocina vasca,de hecho el cocinero es vasco.
Nos tomamos unas cañas primero y tras ver la carta nos quedamos a cenar.
Buen lugar,buena cocina y muy buen servicio.
Pedimos pika-pika,espectacular.
Las croquetas buenisimas,en especial las de bacalao.
Nos improvisó un chistorra a la sidra por que se le había acabado el chorizo,bueno. Y no nos lo cobró.
Y unos huevos rotos con morcilla,sencillos a la vez que con clase y buena presentación muy rico.
Todo esto regado con un blanco verdejo afrutado...muy muy frío y a buen precio.
Un buen descubrimiento....
Hasta el cheff salio ha hablar con nosotros, para ver que tal todo.
Aparte con un menú del día muy interesante y completo.
No vemos pronto....seguro.
Isabel ROSSELLO ALZAMORA
+4
Casi tocando la excelencia. Servicio impecable y comida si cabe aún mejor con una excelente calidad en el producto.
Más que recomendable y el precio aceptable, justo para la calidad y en absoluto excesivo.
La
Si è verificato un errore! Riprova tra qualche minuto