Muy contento con la experiencia. Estuvimos casi solos. Una pena que cerraran tan pronto. La decoración del local es sobria. Sin embargo la comida está de muerte. El arroz frito japonés es un gustazo para el paladar. Las raciones son algo más que individuales, las salsas muy ricas, los tallarines y gambas buenos. Me sirvieron una sidra muy, muy buena. La única pega que le veo: quizás veo el precio un poco elevado. Pero se come muy bien. El servicio muy amable, aunque tuvieron una noche muuuy tranquila.
Parece desde afuera el típico restaurante chino, pero la realidad es que los platos son la hostia.
Si pides lo típico te parecera un restaurante chino típico. Si entiendes de comida china y te vas a platos tradicionales prepárate para disfrutar. Además con la garantía de que tienen la higiene como bandera. He tenido el placer de entrar a la cocina y me he quedado boquiabierto de lo limpio y ordenado que está todo, de las instalaciones etc. He estado por suerte en muchas cocinas de restaurantes, tanto chinos como no y ésta sin duda la mejor con diferencia.
Seguid así
Menú por 11.5 €. Calidad precio correcto.
Hermosa terraza.
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