El lugar es encantador.
Con una decoración temática que lo hace aun mas especial, pero sin duda, la puesta en valor que lo diferencia es el trato de sus regentes.
La cocina muy acertada y cuidada, tanto en cantidad como en calidad.
Se nota que la seña de identidad es el detalle que se nota hasta en las salvamanteles, mesas y asientos tallados con el nombre de la taverna.
El servicio muy atento y pendiente de que todo esté al gusto.
El establecimiento Impoluto. Desde que entras por la puerta ya notas esa sensaciin de que te va a gustar el sitio.
Sientes el trato cercano que desean transmitir y lo consiguen de forma natural sin impostarlo.
Desde luego un lugar recomemdado para visitar
Camarero muy simpático y atento.
Relación calidad-precio inmejorable. Raciones normales.
La morcilla y el provolone muy ricos.
Las hamburguesas no están mal, de sabor muy buenas aunque el pan no nos terminó de convencer (como de bocadillo). El rabo de toro estaba tierno y sabroso acompañado de unas papas pajas muy ricas, las croquetas y las rabas estaban bien.
Un sitio original, la comida de calidad, todo con un precio razonable y el personal encantador. ¡Poco más se puede pedir! Visita breve a Parbayón que nos deja muy buen sabor de boca ;-)
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