Un menú diario muy rico, el precio a partir de 12€. Se puede mejorar y sube el precio base. Buen comedor aunque hacia fresco dentro. Amabilidad de la camarera. Luego un paseo por el pueblo
Muy buen sitio. Lo primero es la situación,muy céntrico, el servicio cercano, amable y atento y por último aunque no menos importante, la comida. Nos pedimos hamburguesas y croquetas. Las hamburguesas tienen una.calidad y un sabor excelente , ese sabor inconfundible a parrilla y carne de calidad. Por último pedimos la tarta de queso que no me dio tiempo ni hacerle foto porque desapareció : ) se la comieron al momento. Un sitio muy recomendable y que volveremos a visitar seguro.
Pues elegimos el restaurante La Huerta basándonos en la puntuación de Google Maps y la verdad es que no anda muy descaminado y nos pareció buena la experiencia con algunas notas al pie. Éramos dos parejas y acabamos pidiendo el plato estrella de la casa para tres de nosotros, que es las patatas revolconas, que acaban siendo do un puré de patatas más o menos denso con un huevo frito encima, con pimentón que resultó picante, a pesar de de que le preguntamos especificamente si ñ picaba y nos contestaron que no, lo cual una vez probado el plato fue una desilusión, porque cuando no toleras el picante te resulta imposible tomar ese plato. Lo resolvimos entre nosotros a base de cambiar una ensaladilla rusa por las patatas revolconas y así salimos del paso. Después pedimos también unas judías estofadas con un rabo de toro que estaban deliciosas muy bien hechas muy tiernas y jugosas. Como segundo plato pedimos tres entrecot y un solomillo que estaban hechos a la parrilla de brasa de leña de encina, con un sabor delicioso pero tenían un defecto, y es que la ternera de Ávila que nos sirvieron estaba un poco dura, no así el solomillo, pero sí los lomos de ternera. Es cierto que el sabor de la carne era inigualable coma pero la dureza de la carne lo hacía desmerecer en buena medida. Es por eso que mi puntuación no son las cinco estrellas, porque la carne Avileña, es el producto estrella de la zona de Ávila en el Valle del Tiétar, y podría considerarse como, además de las patatas revolconas, la carne de ternera de vaca avileña el buque insignia de la gastronomia, y lo cierto es que por la zona yo las he probado muchísimo mejores y más tiernas, aunque la factura en parrilla era perfecta en el punto y el sabor. Los postres si estaban deliciosos. Pedimos una tarta de chocolate, arroz con leche y una tarta de queso con arándanos. Buen sitio para comer y a destacar que cabría mejorar la la ternura de la ternera, valgan la redundancia, para que la velada hubiera sido perfecta de cinco estrellas. Por lo demás el ambiente era muy aceptable aunque es un salón cerrado con unas adornos que simulan ventanas, pero como es todo blanco no sientes sensación de agobio. Incluye algunas fotos del maravilloso polvo de Piedralaves que es una preciosidad y tienen un montón de sitios y rutas para ir, incluiré algunas más en la reseña de la La Bodeguilla que haré a continuación.
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