Repetimos este restaurante por segunda vez. Lo descubrimos el año pasado por casualidad y este año hemos vuelto expresamente. La comida está espectacular. Innovación con mucho criterio, mezcla de sabores con total acierto. Las raciones un poco pequeñas (especialmente ls gyozas, que son 2) por poner un pero, pero todos está buenísimo. El servicio de 10. Volveremos seguro!
Ubicado en pleno paseo del Port de Soller, este restaurante ofrece una carta no muy extensa pero todo de calidad con una forma muy creativa de combinar los alimentos. El servicio impecable con unos camareros muy amables. El precio es un poco elevado pero vale la pena, ya sea por la ubicación o por la sazón que tienen en la cocina, lo recomiendo!
Estuve con mi pareja en éste restaurante, y tanto el menú, como las vistas como la atención fue excelente, nos atendió un tal Alberto, un chico ecuatoriano encantador que nos aconsejó y tuvo un trato con nosotr@s excelente.
Los platos y postres, y vistas, a las fotos me remito.
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