Gran descubrimiento en esta parte de La Rioja.
Excelente jardín antes de entrar al restaurante con alguna mesa y sillas para tomar un aperitivo.
La entrada al restaurante se podría mejorar, aunque lo que sí está muy bien es la cocina vista desde fuera. Puedes ver cómo trabajan en cocina con su zona para asar a la brasa.
Una vez dentro el comedor es bastante acogedor. Sencillo, rústico y con buenas vistas de los montes cercanos.
En cuanto a la comida, excelente materia prima. Verduras locales hechas con muy buen gusto, carnes y pescados a la brasa. Bastantes opciones y muchas de ellas originales a parte de los clásicos rodaballos, chuletón, cochinillo... Todos ellos muy bien hechos.
Estuvimos comiendo un jueves laborable. La ocupación era unos tres cuartos del local y tenía un menú de 37€ aunque nosotros fuimos a la carta (126€ 2 personas con una botella de vino, postres y cafés).
Volvería sin dudarlo si vengo por esta zona.
Comida de diez. Cocina con producto local muy bien tratado. Servicio muy agradable. Merece la pena pasar sin duda.
En general la comida bastante bien, algún plato un poco caro. El tema del gluten les falta por pulir pero al menos preguntan al comensal. Es para ir sin prisas, a disfrutar.
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