Es un restaurante italiano pequeño por lo que enseguida se llena y debes tener paciencia en coger mesa. Puedes tomarte una copa en la barra mientras esperas. Las pizzas las hacen en su horno de piedra. (También es hamburguesería si no te apetece italiano). El camarero muy simpático pero está sólo para todas las mesas así que no para de aquí para allá. Disfrutamos de una buena, tranquila y acogedora cena. Como mejora, creo que deberían cambiar los cubiertos. Aunque las pizzas se puedan comer con las manos, los cuchillos que ponen son más bien para untar una tostada que para cortar comida. Lo dicho, creo que es un restaurante con potencial y como es de reciente apertura todavía hay que pulir algún punto pero es un buen sitio.
Fuimos la primera vez al principio de cuando abrieron y la verdad no nos gustó la comida, pedimos pasta la cual no estaba ni al dente porque era muy cruda, hamburguesa y todo sin saber y seco, la ensalada insípida, hemos vuelto hace 2 semanas con otros amigos que van a menudo y todo ha cambiado en el menú las pizzas, la pasta y hamburguesas estan buenísimas y una ensalada grande para compartir exquisita.
Me alegro mucho que todo esté mejor que antes!! Seguid así chicos!
Servicio excelente, amable y atento. Autenticas pizzas napolitanas de 10. Tanto las pastas como las carnes, pasando por los embutidos, son de una calidad increíble. ¡Hasta el café estaba delicioso! Totalmente recomendado.
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