Disfruté el viernes allí de una sesión de yoga con Carlos y seguido de la cena.
Ha sido una experiencia que me ha encantado y que volvería a repetir.
Las vistas sencillamente impresionantes!
La comida magnífica y el servicio inmejorable.
Era un menú cerrado que comenzó con una mousse de setas y trufa para compartir. No faltaron las tostaditas, cosa que en otros sitios suele escasear.
Para continuar con un trozo de tortilla de patatas y verduras que llevaba calabacín, berenjena, puerro, zanahoria... No suelo comer tortilla de verduras, pero tengo que decir de esta que no dejé ni la mancha en el plato!!! Sencillamente exquisita!!!
Terminamos con un risotto de setas que me dió mucha pena ser incapaz de terminarlo. Porque estaba estupendo! De este punto tengo que añadir que tuvieron la delicadeza de preparar el mismo arroz para 2 personas sin nada de lácteos porque eran alérgicas, cosa que, en muchas ocasiones, cuando es un menú cerrado no se tiene en cuenta.
No era la primera vez que iba y sigo pensando que es un sitio espectacular y muy recomendable.
Repetiré seguro!!!
Nos lo hemos pasado fenomenal. La comida estaba deliciosa, el sitio es hermoso. Hay una basta extension verde fuera, con mesas y columpios, y unas vistas espectaculares. También se puede comer dentro. El ambiente es acogedor. Hay una chimenea y Marisa es estupenda: muy amable, paciente y carismática. Puntos extra por la maravillosa sesión de cuentos 👏👏 Recomiendo este sitio al 100%, no dudaré en repetir
No he cenado allí pero he hecho la visita guiada a la fábrica de cerveza de los martes por la tarde. Sencillamente: impresionante. Es el propio Rubén el que te explica la fábrica mientras degustas su cerveza servida directamente desde el barril. Una persona super agradable, habladora y cercana. Pienso repetir para el próximo año. Ojalá todos los amantes de la cerveza tuviesen su ambición y ganas de llevar la cerveza muy lejos!!
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