Para mi es ya un clásico visitar esta sidrería cada año y siempre salimos con las mismas ganas de volver que el primer día que fuimos.
Tienen una bonita terraza exterior y salón interior. En la terraza exterior puedes divisar la parrilla donde elaborarán las mejores carnes y pescados. La carta es sencilla pero muy potente, con productos muy frescos y muy bien cocinados. Los platos son generosos y tienen opción de pedir medias tapas que esto te da la ventaja de poder probar muchas cosas más. El servicio de camareros es muy muy atento y profesional. Sin duda, volveremos a ir cada vez que visitemos Ribadesella.
La cuenta es totalmente correcta teniendo todo lo que he mencionado anteriormente.
Precio aprox por persona 30€
Impresionante. Desde el primer momento sabíamos que tenemos que volver. El trato fue cordial y cercano. El producto espectacular -lo veíamos llegar desde la lonja de al lado- y muy bien preparado en cocina. Una suerte tener como camarero a Ras (perdón si no es correcto como lo escribo). Pedimos media razón de todo menos el bonito y para dos es ideal. Nos queda mucho por probar en esa carta😄 Ojalá volver pronto!!!
Fuimos recomendados por alguien de Ribadesella y no falla, acierto total. Sin reserva sabiendo que nos la jugábamos, finalmente conseguimos sitio para cenar en barra. Los mejillones espectaculares con toque picante, el pulpo a la brasa sin palabras y pillamos unos chipirones frescos a la plancha especiales. Todo lo que pedimos nos gustó, tanto que repetimos a los dos días. Relación calidad precio muy buena la verdad (y para ir dos, nos gustó poder pedir medias raciones para probar más cosas). El lugar muy rollo taberna tradicional. Nos atendieron Rubén y F. Javier. Los dos a pesar de estar hasta arriba, atentos, simpáticos y pendientes de escanciarnos la sidra! Ambiente animado, ágil e informal. Iremos siempre que pasemos por Ribadesella.
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