Un restaurante con una larga historia, acogedor sala con un estilo rústico y un servicio atento y profesional.
Pedimos gambas (cocidas al momento) jamón (buen sabor, pero cortado a máquina), albóndigas de choco (hace tiempo que no las he probado tan buenas y las patas fritas ya las sirven naturales) y un lenguado a la plancha, también muy bueno. Los postres son caseras - ojo con la tarta de zanahoria: está rica, pero también muy contundente. Los precios están por encima de la media de los restaurantes de San Fernando, pero la relación calidad precio es buena.
Estuvimos almorzando mi marido y yo, era la primera vez que fuimos y salimos encantados, comimos genial, el lugar maravilloso, con música tranquila de fondo, el muchacho que nos atendió encantador, la comida buenísima, calidad precio genial, vilveremos
Nada que objetar, comida de calidad y mejor servicio, ambiente cálido y agradable para degustar buena comida, por decir algo negativo,¿ patatas fritas de paquete? ¿De verdad? Y algo complicado aparcar.
Te aconsejo que reserves.
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