Hemos venido a pasar un día en San Sebastián y, al buscar un lugar donde cenar y ver todo lleno, hemos entrado aquí.
Han sido un encanto con nosotros, los pintxos estaban buenísimos y prácticamente no había nadie, lo cual agradecimos en época de Covid.
Precisamente hemos querido añadir una recomendación porque lo hemos visto todo lleno, menos éste sitio. Es un bar familiar, de los de toda la vida, pequeñito.
Estuve en el establecimiento hace más de un año, sin sumar año pandemia, este es de los lugares que suelo llamar honestos, quieres estrellas y bajo precio? Sigue buscando...
Hemos pasado una tarde increíble tomando vino y probando los pinchos... Son honestos, el precio? Lo mismo que en cualquier lugar del centro de Donostia... Estaba vacío preferimos entrar y probar suerte, tuvimos muchísima! Comimos bien y pasamos buen rato, tanto que hasta una peli vinos con la persona que nos estaba atendiendo, incluso creo que repetimos en esa misma estadía. Solemos ir bastante al pueblo así que como siempre repetiremos! Hay gente, y me incluyo que vinimos de la hostelería y las opiniones bordes solo restan... Espero ir pronto y encontrarlos como la última vez y ojalá esten dando algo bueno en la tele!
Lugar muy casero, de las mejores gambas al ajillo que hemos comido, la atención súper cálida cada vez que venimos al pueblo es nuestro primer lugar para visitar, no es para turistas que le gusta lo comercial.
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