Primer contacto que tenemos con la isla, recién llegados desde Barcelona. Podemos decir que hemos topado con este lugar por casualidad y acertamos sin ninguna duda. A destacar el buen trato de los camareros, amabilidad, simpatía, gracia y ya sumamos la comida riquísima. Nos aconsejaron maravillosamente y quedamos enamorados. Un sitio para repetir sin duda alguna. Una bienvenida magnifica a una isla espectacular!!
Una tasca desde 1702, una pasada el lugar al aire libre debajo del árbol gigante. La comida muy elaborada, recomiendo el solomillo y el secreto, riquísimo. El servicio algo lento pero muy amable.
A pesar de que estaban a punto de cerrar la cocina por la noche, nos atendieron (2 personas). Nos supieron asesorar en cuanto a la comida y cantidades, recomendándonos 1/2 en vez de un plato entero para que no fuera mucha comida. ¡Y acertaron en todo! El trato fue excelente y la comida exquisita. Las mías de bacalao con papas y mojo, las croquetas variadas y el queso de oveja fue lo que probamos y no nos dejó indiferentes. Repetiremos para seguir probando platos de la carta, que a priori tenían muy buena pinta cuando los veíamos salir de la cocina. Gracias a Pedro por su amabilidad y cercanía.
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