Un restaurante que primero tienes que entrar,comer y después opinar.Porque a la primera vista como que no invita a mucho,pero ya pasando de la puerta para dentro ves que tiene un aire rústico el camarero tendría que poner algo mas de ganas para sonreír un poco porque a veces se agradece.
La comida estaba bien sabrosa y las cantidades suficientes,la tarta de queso casera que nos la recomiendo el camarero esta rica pero la de café estaba media helada aun así comestible.
Disponen de una terraza muy amplia que con buen tiempo tiene que ser una pasada.
En relación calidad precio 9,50€ el menú esta muy bien.
El lugar a simple vista no dice mucho, pero fuimos un poco pasada la hora de la cena y nos atendieron sin problema. Las raciones y el vino muy bueno todo.
Jose Maria Dominguez Picazo
+5
Un sitio bueno para tomar una bebida o picar algo en la zona de General Davila. Hay pinchos de tapa con la consumición, cosa no habitual en Santander
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