Cenamos aquí, tuvimos que esperar como 30 min, ya que había lista de espera. Una vez atendidos pedimos ensaladilla rusa, pan con tomate y aceite, dos vieiras con langostinos, chipirones a la plancha y pulpo a la gallega. Estaba todo muy bueno sobre todo el majado de los chipirones y la vieira pero el pulpo estaba duro. Sin duda el peor pulpo que comimos en toda Galicia, sin embargo lo demás estaba genial. La verdad que es una controversia que el pulpo estuviera duro, pero así fue.
El lugar es precioso y acogedor y la atención muy buena también.
Nuestra idea principal fue la de tomar y picar algo en diferentes sitios de la zona y no probar solo un sitio, pero este lugar nos encantó tantísimo que tuvimos que volver en la misma noche.
Nosotros probamos los pinchos, que estaban increíbles. Además, a pesar de que estuviera súper lleno de gente, la atención por parte del servicio fue perfecta.
Sin duda, lo recomendamos muchísimo y si tenemos la suerte de volver a Galicia, repetiremos.
Restaurante muy bien ambientado y acogedor. Tiene la cocina a la vista. Muchas de las tapas están en el mostrador y se come con los ojos. Vale resaltar la velocidad que tienen para atender, donde los mozos no hacen de cuenta que no te ven. Todos atienden a todas las mesas con mucha organización. La limpieza se nota desde la cocina hasta el baño. Y la comida muy rica. Vale la visita.
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