Espectacular. Reservamos para las 8:30 y fueron muy puntuales. Desde el primer momento nos trataron con muchísima amabilidad y se portaron genial con nosotros. El personal es muy amable y se preocupa por el cliente.
Cuando el camarero te atiende en la mesa te pregunta si hay algún tipo de alergia o intolerancia, en mi caso yo soy vegetariana y adaptaron el menú degustación a mí. Puedes probar tanto el menú degustación como diferentes platos que tienen en la carta. Nosotros solo probamos el menú, y la verdad que todo un acierto porque absolutamente todos los platos eran exquisitos. Es verdad que picaban un poco, pero aún así 10/10. Le comenté al camarero que el último plato le había picado bastante y me ofreció cambiarlo, aunque no quise.
El ambiente es tranquilo, con música muy estándar para todos los gustos.
El local es muy acogedor y agradable, con motivos asiáticos y decoración muy original escogida con muy buen gusto, seguramente sea uno de los reclamos del local porque es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en Santiago.
Sin duda una experiencia que merece la pena. Repetiría.
Local acogedor que puede pasar desapercibido, no se identifica bien desde fuera. Los baños son muy originales, merece la pena visitarlos aunque no hagas uso de ellos. Un menú de 30 €, abierto, con buen producto y elaboración. Excepcional trato y servicio. Totalmente recomendado, otro lugar más de referencia en mis visitas a la ciudad.
BRUTAL!! El menú esta buenísimo y al contrario que en otros asiáticos, de aquí sales bastante lleno. Los platos son muy sabrosos y la atención al cliente es muy buena. El local esta decorado con mucho gusto. El detalle del baño con los gatos de juguete tremendo!! Muy muy recomendable!!
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