Bar situado en una de las zonas más típicas de Triana, en la calle San Jacinto haciendo esquina con la iglesia.
No es fácil aparcar por la zona, aunque parking público en el Altozano mejor ir dando un paseo o en transporte público.
En cuanto a construcción y decoración el establecimiento está bien cuidado, con mesas y sillas plegables y nada cómodas en la terraza exterior.
La carta es correcta, aunque básicamente son tapas frías y chacina. Tapas calientes solamente tenía tres en este momento
Pedimos unas cervezas y refresco y, para comer, un variado de ahumados y encurtidos, además de anchoa y boquerón en vinagre.
Estaba todo muy bueno, difícil destacar algo entre los demás.
Como detalle destacar que junto a las cervezas venían sendas tapitas de panceta ibérica.
La presentación-emplatado correcta.
Adjunto fotografías de todo.
La atención por parte de los camareros muy amables.
El precio muy correcto (en relación calidad-tamaño).
Resumiendo, un lugar recomendable para volver.
Pequeño bar recientemente abierto frente a la capilla de la Estrella. Terraza con barriles a modo de mesa. El interior muy pequeñito. No tienen mucha cantidad de tapas, la mayoría son platos. Carta innovadora sin cocina, a base de conservas, chacinas y montaditos. Muy buen servicio.
Buen lugar para tapear y comer acompañado de unas cervezas fresquitas.
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