Un restaurante de 10, la paella del señorito estaba riquísima y con abundantes porciones. Quizás el tamaño de las ensaladas es insuficiente para compartir pero el producto es de calidad. Nos dieron cava de bienvenida y nos atendieron bien. Se está genial en la terraza, con vistas increíbles al mar. Aunque había mucha gente alrededor, no se oía tanto ruido. Incluyo fotos de los postres, nos encantó la bola de chocolate con sorpresa!
El personal es un encanto, hacen que te sientas como en casa. La comida excelente, buenísima y con una presentación muy bonita de los platos. Y el ambiente es mágico, te hace olvidarte de la realidad y sentirte en un paraíso, vistas al mar, paz… repetiremos sin duda, una experiencia increíble. Infinitas gracias!!!
Pedimos el menú. Los entrantes son mejorables, el arroz nos sorprendió positivamente. El entorno y las vistas perfectas, el hombre que nos atendió fue muy atento con nosotras. Relación calidad precio, teniendo en cuenta la ubicación y la paella, muy buena.
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