Buena pizzería, justo debajo del hotel en el que nos hospedamos y a la que nos animamos a bajar viendo las buenas opiniones.
La pizza es auténtica italiana y está muy buena, son grandes pero al ser finas y ligeras se comen bastante bien. Sí que es verdad que la camarera, atendiendo a lo que vimos en alguna reseña, da la impresión de ser un poco seca, pero nosotros particularmente no tuvimos ningún problema al respecto y la atención fue en efecto seria pero correcta.
He ido con mi pareja y nuestra perra y nos han tratado muy bien. Las pizzas de muy buena calidad y artesanales, y por último le han puesto a nuestra perra un bebedero y le han dado de comer, increíble el trato.
Tanto la comida como el trato excelente. Las pizzas con las cantidades perfectas y de sabor exquisito. En cuanto al precio muy asequible y zona muy tranquila. Los dueños son muy atentos, agradables y cercanos, dan ganas de volver solo por ellos.
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