Hoy he vuelto a descubrir este local, que tiene una nueva dirección que a dado un giro al bar, regentado anteriormente por otros dueños. El bar cuando lo ves desde fuera no aparenta lo que te encuentras en el interior, ya que desde fuera parece una bar clásico de barrio, y no lo es, es mejor que eso. El local tiene forma alargada, con la barra a la izquierda en cuanto entras y de frente a la derecha del pasillo las mesas perfectamente ordenadas; pegado a la pared en la parte izquierda del pasillo, hay dos tableros altos con taburetes ya que no hay espacio para poner una segunda fila de mesas, una buena idea ya que aprovechas el espacio y dejas un pasillo con suficiente anchura para que la gente pueda pasar. Disponen de sillas altas para bebés, un detalle de agradecer y que no suelen estar en todos los bares/restaurantes. Tienen dos ofertas de desayuno, una de café con leche más mini-bocata por 2,50 euros y otra con lo mismo más zumo de naranja por 3,90 euros. Tienen también ofertas de pintxos calientes a 1,50 euros la unidad, y si lo combinas con una caña cuesta 2,50 euros. Hay alguna oferta más de pintxos. En cuanto al tipo de comida, ofrecen distintos tipos de ensaladas, césar, quedem, catalana, de queso de cabra .... También tienen patatas bravas, tempura de verduras, alitas de pollo, croquetas, chipirones, calamares, hamburguesas XXL, hot dogs XXL, bocatas en pan de cristal, secreto ibérico, solomillo, paellas, fideua, bacalao, sepia, etc. Probé dos pintxos calientes, uno de morcilla y otro de chorizo, ambos muy buenos y sabrosos. Además de televisor, el local dispone de proyector que supongo que usaran para ver partidos de fútbol o acontecimientos deportivos importantes, que es para lo que se suelen utilizar. Los aseos limpios y en perfecto estado. El dueño del bar que es el que está al frente del local, es atento y muy servicial y por lo que he visto interactúa muy bien con los clientes.

Bocadillos buenisimos y buena atencion. Ambiente familiar