Absolutamente maravilloso, un restaurante de tapas que al final son platillos degustación, es impresionante, delicioso, digno de lo mejor de la zona.
Y si os gustan los callos... Probad, son irresistibles y de los mejores que he probado en toda mi vida.
Mis felicitaciones al camarero y a la excelente cocinera.
Volveremos!!, de eso estoy seguro.
![5]( "Recensione")
Un lugar muy especial para mimar los sentidos.
Decoración muy acogedora al aire libre, música relajante, buenas vistas a la montaña, ambiente muy tranquilo, atención muy amable y comida exquisita y muy original.
Las raciones no son abundantes pero cada una de ellas te ofrece sabores intensos y combinados con muy buen gusto. Pensamos que nos quedaríamos con hambre pero no fue así, quedamos muy satisfechos.
Fuimos con un perro y nada más llegar le puso un cuenco con agua, todo un detalle que se agradece estos días de calor.
Mientras esperábamos nos obsequió con unas patatas y las mejores aceitunas que he probado nunca.
Todos los platos estaban increíblemente sabrosos y con una presentación inmejorable.
Lo que más me gustó fue el burrito, las patatas bravas y el postre de saquitos de crema catalana.
El precio para la calidad me pareció muy razonable, este tipo de cocina tan cuidada al detalle suele costar demasiado en otros lugares.
En conclusión, me parece un lugar muy recomendable si valoras los detalles y disfrutar de la experiencia con todos los sentidos.
Un lugar precioso en una zona apartada del pueblo. La terraza está montada de una manera muy cuqui, la comida es excelente y a muy buen precio, y el dueño es muy amable. Pedimos de postre las ciruelas al Oporto con crema de queso y estaba increíble!
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