Lugar curioso cuánto menos. Y los la distribución que tiene, complicado de gestionar por hay un recoveco en cada lado.
La variedad de cervezas acertada y en cuanto a la comida correcta.
El codillo era enorme y estaba muy sabroso.
El resto de la mesa pidió el menú degustación pero no resultó ser excepcional.
Precio dentro de la media
Lo más curioso sin duda son los baños
Experiencia de 10. Lo mejor fue la atención, muy profesional y con buenas recomendaciones. De comer pedimos el menú de 24 euros, porque queríamos probar varias cosas y la verdad es que es muy completo y sales saciado. Mención especial a las cervezas artesanas, buenísimas. El ambiente es de lo más curioso, especialmente los baños.
Cenamos muy bien, buena calidad, precios no muy elevados, están dentro de lo normal.
Muy buen ambiente, es bastante amplio aunque en varios salones a distintos niveles del suelo.
Los aseos son una pasada, nunca he visto nada semejante.
Buen servicio de mesa aunque hay algunos detalles que faltan, por ejemplo que el camarero te sirva el vino en la copa, como en la mayoría de los restaurantes.
La cerveza es artesanal y está bastante bien.
Lo recomiendo.
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