Fuimos con reserva, llegamos pronto y nos atendieron muy bien, nos avisaron de que el cabrito estaría para la hora acordada, pero nos pusieron algún aperitivo y nos sentaron en una mesa muy tranquila y agradable. Las croquetas caseras riquísimas, los torreznos recomendables y el cabrito jugoso y tierno. El postre muy bueno, los bizcochos borrachos y la tarta de Zanahoria muy buenos, en mi caso la tarta de chocolate caliente especialmente buena. Todo a buen precio y destacar el buen trato, se nota que es familiar y trabajan con gusto. Un placer.
lorena blanco marchante
+5
Un sitio muy agradable nada más entrar, decoración rústica, dos salones separados, todo en madera, acogedor, como en casa y así fue la comida, casera, pero muy sabrosa, porciones generosas. Nosotros pedimos de carta, pero luego mis cuñados pidieron el menú del día y fue abundante y muy bueno. Postres muy muy ricos. Croquetas de cocido coml las de la abuela. Costillar de deshacia, migas muy buenas. El personal muy muy agradable y atentos. Para ir y comer bien.
Angel Fábregas Fotógrafo
+5
Espectacular alojamiento que le dicen rural pero que nada tienen que ver más que por su ubicación, habitaciones triples muy grandes, estilo rústico, muebles de madera, puertas originales de otros tiempos, se pueden coger habitaciones o la casa por completo, dispone de jacuzzi, salones sociales, uno de ellos equipado con cocina-comedor completo, aire acondicionado, calefacción, muy recomendable, en un pueblo muy bonito e inesperadamente monumental que tiene hasta un gran castillo. Son como dos casas, una la de las habitaciones y a parte otra que es en sí el asador que no hemos podido probar pero que tanto los menús y platos ofrecidos como la cantidad de personalidades de fotografías en el establecimiento con el Sr. Pocholo, atestiguan ser un lugar que da lo que promete, buena comida casera y hospedarse como en casa. Lo descubrimos de paso pero volveremos seguro a disfrutar de la estancia y del pueblo.
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