Visitar el restaurante gallego en Torremolinos fue una experiencia increíble! El pulpo estaba exquisito, tierno y perfectamente sazonado. El chuletón era excelente, jugoso y con un sabor delicioso. Además, el vino tinto de la casa complementó perfectamente cada bocado. El ambiente acogedor y el servicio amable hicieron que nuestra cena fuera inolvidable. ¡Sin duda volveremos para disfrutar de más delicias gallegas!
No es la primera vez que fuimos pero hacía tiempo que no pasábamos por allí. Estuvimos durante las jornadas en el salón interior y el producto delicioso. Raciones abundantes. Ostras, mariscada para dos con centolla gallega, buey de mar, vieiras, zamburiñas, bogavante y otros mariscos. Botella de albariño incluida. De postre milhojas de la zona.
El personal amable y atento. Cambio de platos continuo.
Para aparcar cerca es un poco engorroso. Aparcamos en el parking del Congreso.
Estupendo. Repetiríamos.
Alvaro Izquierdo Contreras
+5
Es un lugar muy acogedor para venir a comer de pareja. Su especialidad es el marisco, y las carnes, de carnes tienen lo justo pero muy bueno y con maduración de 45 días en el caso del chuletón, eché de menos encontrar entrecot en la carta o más variedad de cortes vacuno. Al inicio con las dos primeras bebidas nos puso una tapa casera de calamares increíble de salsa americana casera. El camarero tuvo una buena atención, pero no sabía explicar los platos. El metre nos los explico correctamente. Pedimos un tomate con ventresca, venía bien pelado pero estaba frio de nevera y no tenia sabor, después pedimos un pulpo a la brasa y me sorprendió por su sabor tan exquisito, tenía una base de patata cocinada exquisita una decoración sencilla y elegante. Y para finalizar elegimos el chuletón qué el metre trajo al punto menos y que nos cortó en la mesa cariñosamente, se notaba que no era la primera vez que lo hacía. Luego te traen una piedra caliente para que tú te termines el punto que desees. Disfrutamos con el maridaje de un vino pesquera crianza qué echamos de menos un decantador para evitar la astringencia. Finalmente con el poco vino que nos quedó disfrutamos de un postre de galleta maría casero qué nos recomendó el metre. La verdad la experiencia fue muy buena y lo recomiendo es para repetir. Para ser Torremolinos ha superado mis expectativas.
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