Cocina muy honesta y bien elaborada, con ganas de ofrecer "algo más" en cada plato. Negocio familiar bien llevado (mucho curro a sus espaldas). Muy ricos los chipirones "encepuerrados" (que no encebollados) y el albondigón con salsa de setas... Sin grandes pretensiones, pero sales contento tanto en tu barriga como en tu bolsillo ;-). No os doy un 5 en todo porque me lo guardo para la siguiente visita donde probaré mas cosas ricas de las que tenéis en carta!
Un lugar que te va a sorprender seguro. No esperas que en un pueblo pequeño puedas encontrar una comida tan buena. Hay que reservar con tiempo. Tiene mesas arriba, en planta y fuera, aunque fuera es más para tomar un vino. Baños limpios. Servicio de maravilla, sin engaños y con sencillez. Todo lo que comimos nos encantó. Cambian de carta cada tres meses. Tendremos que volver a comer seguro porque nos hemos quedado con ganas de probar otras cosas.
Además de comer en el pueblo puedes ver el castillo con su magnífica exposición de Juan Villa.
Gran descubrimiento este restaurante en la plaza mayor de Trigueros del Valle.
Hemos ido sin reserva, y tuvimos la suerte de poder comer allí (se recomienda reservar, no suele haber sitio sino).
La chica que nos ha atendido súper profesional y atenta.
Comimos en la parte de arriba, todo muy bonito, bien decorado y limpio.
La comida espectacular.
Destacar las croquetas de pisto y kimchi, impresionantes.
Las de pollo asado con toque de lima también estaban riquísimas.
Tienen una carta pequeña pero muy elaborada.
Fuera de carta Hemos probado las quesadillas vegetarianas, buenísimas.
Hemos ido con un niño de 22 meses, y disponen de trona.
Los postres un espectáculo.
Encantados la verdad, buen ambiente, buena comida y un trato estupendo.
Volveremos seguro,y lo recomendaremos sin duda.
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